sábado, 13 de noviembre de 2010

Padres contra Profesores

Según el psiquiatra Eusebio Megías, director del estudio,  los profesores “se sienten solos y maltratados, en la medida en que se les está haciendo responsables de un compromiso educativo que corresponde a todos. No se puede culpar únicamente a la escuela de las cosas que no funcionan”. En ese orden de cosas, los docentes recriminan a los progenitores una serie de actitudes altamente negativas. La primera de ellas, su injustificada exigencia: “Dejan a sus hijos por la mañana en las aulas y quieren que ya estén educados cuando les recogen por la tarde”. En segundo lugar, que no colaboran en la tarea educativa ratificando sus actuaciones: “A menudo, los padres se ponen de parte de los alumnos en contra de los maestros”. Pero también se sienten muy incómodos porque se les demanda “que eduquen en valores como el respeto, la disciplina o la solidaridad, cuando el conjunto social, empezando por la familia, cultiva el inmediatismo y el utilitarismo”.

Claro que el problema va más allá de los posibles reproches cruzados entre instituciones educativas y familia. Que los progenitores posean extensas jornadas laborales, que vivan pendiente de la hipoteca (o de autoexigencias económicas) y que no impongan en el hogar un orden claro y racional posee efectos de todo orden, como puede apreciarse en el interior de las consultas de salud mental. La psicóloga y psicoanalista Lola López Mondéjar asegura que, por diversas causas, “estamos asistiendo a la dimisión de los padres
De una parte, hay que subrayar cómo éstos se han quedado sin los códigos bajo los que se educaron: ni han podido ni han querido reproducir el modelo autoritario de educación  que recibieron, pero tampoco han sabido encontrar uno nuevo”.

En otro sentido, están en una posición ambivalente ante los límites, ya que “como no quieren ser identificados con los padres  del pasado, se sienten muy incómodos cuando han de hacer valer las normas”. Y además, como los cambios en la sociedad han retrasado la incorporación al trabajo y a la vida en pareja, “muchos padres son (o quieren ser) jóvenes todavía. Son gente que está aún construyendo su vida profesional y afectiva. Y más aún si han rehecho su relación de pareja”. 
Como resultado de este cúmulo de factores, los “padres terminan por delegar en la escuela responsabilidades educativas que les son propias”.

3 comentarios:

  1. Muy buen artículo, toca una fibra muy sensible de la educación, la falta de carácter de los padres para imponer limites, le pasan la responsabilidad a los maestros y para no sentir culpa, cualquier problema se van contra el maestro, para que el hijo vea que están con el.

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  2. Me gusta lo que está escrito, comulgo con ello, pero creo que hay revoluciones sin armas en las que siempre hemos estado implicados los maestros, así que Yo profesora... alicaída por ver las estadísticas pero tratando de modificar desde mi trinchera lo poco que puedo contribuír a que sean puntos a favor...

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  3. Los papás siempre nos han hechado la culpa, el gobierno nos piensa ineptos y perezosos, sólo el 15 de mayo hay una especie de tregua donde demagógicamente nos lanzan incienso para limpiar sus culpas...

    Hay cosas que nosotros sí podemos modificar y lo sabemos y desde siempre hemos participado en los movimientos sociales.

    Cariños

    Martha Alicia

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