sábado, 3 de agosto de 2013

Desde cuando



Desde cuándo.
Desde cuándo todos en este país se convirtieron en expertos en educación, menos los profesores.
Todos dicen, todos hablan, todos recomiendan, todos atacan… a los profesores.
Que acaso los profesores deliberadamente pretenden que la educación este mal, muchos así lo piensan.
Sistema educativo diseñado para que los alumnos se promuevan (pasen) sin el más mínimo esfuerzo, inclusive… sin estudiar.
Es mas ya ni la permanencia es necesaria. Viene una vez a la semana o menos pero “tiene” que pasar porque reprobarlo solo indica tu incapacidad como profesor.
Simulación y engaño  es lo que caracteriza a nuestro sistema educativo, desde el salón de clase hasta las más altas esferas de poder, llámese oficial o sindical, pero donde nadie se quiere hacer responsable de su parte, siempre la culpa es de otro, fantástico.
Una pregunta constante que hago a mis alumnos y que hoy hago extensiva a los padres.
El que tú no estudies, no te prepares, que no muestres responsabilidad hacia tus obligaciones. ¿ a quién afecta, a quien perjudica? Y la hago extensiva a los padres porque alguien debe de cargar con ellos (NiNis) o creen que las guarderías, perdón, las escuelas son eternas. O acaso cuentas con capital suficiente para pagar una guardería (escuela) particular para seguir con la simulación.
¿Quien les dijo que los profesores son sus enemigos?
¿Que acaso no somos del mismo equipo?
O nos ponemos de acuerdo o al final sabemos quién será el perjudicado.
Y por otro lado, están los otros, los que si trabajan, los que si estudian pero que también se verán afectados por esta situación. De ellos me ocupare en otra ocasión.
De una cosa estoy completamente seguro. Pensar en una mejora educativa sin los profesores y/o contra los profesores, no será posible.
Mientras tanto… sigamos simulando.

viernes, 3 de mayo de 2013

Reforma educativa y leyes reglamentarias

Vigilar y castigar: el nuevo orden y el magisterio
Reforma educativa y leyes reglamentarias; por el CEND del SNTE y la doctora Raquel Sosa Elízaga.
Dotado de superpoderes en la educación, el nuevo Instituto de Evaluación Educativa pretende erigirse también como árbitro laboral. El proyecto de nueva Ley del Servicio Profesional Docente, cuyo objetivo es “determinar las bases para el desarrollo profesional docente y con funciones de dirección o supervisión en la educación básica y media superior que impartan el Estado y sus descentralizados (estados y municipios)” - (Artículo 2). Deberá regirse por los estándares y aplicar los instrumentos que autorice el INEE. Ellos fijarán las condiciones y requisitos de ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia del personal que labora en la educación.

En adelante, si se aprueba esta Ley, el magisterio deberá someterse a evaluaciones anuales, de cuyos resultados dependerá, sin derecho alguno a apelación, su destino como trabajadores. Se exceptúa de ella a las universidades, al CONAFE y al INEA. Si de los primeros provendrá el cuerpo principal de evaluadores; a los segundos no será necesario aplicarles controles adicionales: ya trabaja allí personal no egresado de las normales, con los sueldos más bajos del sistema, y sin prestaciones de ley.

Categorías de trabajadores educativos y violación a sus derechos

En su artículo segundo, la iniciativa prevé cuatro tipos de nombramiento: el inicial, considerado de inducción, que podrá prolongarse hasta por tres años (¿dónde quedaron los contratos de prueba hasta por 28 días?); el provisional, para vacantes mayores de seis meses; el nombramiento por tiempo fijo; y el definitivo. En tanto, el Artículo 5 precisa con claridad que al Instituto de Evaluación Educativa le corresponderá:

“Definir, en coordinación con la Secretaría, el programa anual y de mediano plazo para la Educación Básica, conforme al cual se llevarán a cabo las evaluaciones a que se refiere esta ley; Expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades Educativas y Organismos Descentralizados para llevar a cabo las funciones de evaluación que les corresponden, en particular:
Determinar los niveles de desempeño mínimos para el ejercicio de la docencia y para los cargos con funciones de dirección y de supervisión.”

La iniciativa establece, en su Artículo 20, que el docente que pretenda ingresar al sistema educativo deberá presentar un concurso de oposición público, en el que se fijarán requisitos, condiciones e instrumentos de evaluación. Si lo aprueba, tendrá un contrato por tres años, y el acompañamiento obligatorio de un tutor. Deberá someterse a evaluaciones anuales, y…

“Al término del periodo de inducción la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado evaluará al docente para determinar si en la práctica favorece el aprendizaje de los alumnos, y, en general, si cumple con las exigencias propias de la función docente. De obtener un resultado favorable el docente recibirá el Nombramiento Definitivo correspondiente.”
“El personal que incumpla el periodo de inducción, con la obligación de evaluación o cuando en ésta se identifique la insuficiencia en el nivel de desempeño de la función docente, será separado del servicio público sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o para el Organismo Descentralizado.”

En contra de lo que indican la Constitución y la Ley Federal del Trabajo, el contrato a prueba más prolongado de cuantos rigen a los trabajadores, no prevé apelación alguna a las evaluaciones, pero
tampoco, liquidación conforme a los derechos establecidos por ley.
El Artículo 22 establece que será penada por la ley cualquier otra forma de ingreso del personal docente.

Directores y supervisores, responsables de la administración de la vigilancia y el castigo en las escuelas

En su Artículo 42, la iniciativa establece que el personal docente, de dirección y supervisión, deberán someterse a evaluaciones obligatorias por lo menos cada cuatro años.

Artículo 48. “Cuando en la evaluación a que se refiere este Capítulo se identifique la insuficiencia en el nivel de desempeño de la función respectiva, el personal de que se trate deberá incorporarse a los programas de regularización que la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado determine, según sea el caso. Dichos programas incluirán el esquema de tutoría correspondiente. El personal deberá sujetarse a una segunda evaluación en un plazo no mayor de doce meses después de la evaluación inicial.
De ser insuficientes los resultados en la segunda evaluación, el evaluado deberá reincorporarse a los programas de regularización para sujetarse a una tercera evaluación que se llevará a cabo en un término no mayor de doce meses.
Quien no se incorpore a los programas de regularización o no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación que se le practique, será separado del servicio público sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado, según corresponda.”

Es decir, que pese a que el/la docente evaluad@ pueda tener una antigüedad de más de diez años, o hasta cuarenta, si la evaluación practicada de acuerdo a los estándares fijados por el Instituto es negativa, no merecerá liquidación alguna: sólo separación del servicio.

Quien aspire a participar en un concurso para ser promovido a funciones de dirección o supervisión, estará obligado a cumplir con un programa específico de capacitación semejante a los que imparten las empresas.

Artículo 24. “En la Educación Básica la promoción a una plaza con funciones de dirección dará lugar al Nombramiento con carácter Inicial, sujeto a un periodo de inducción con duración de dos años ininterrumpidos, dentro del cual el personal de que se trate deberá cursar los programas de desarrollo de liderazgo y gestión escolar determinados por la Autoridad Educativa Local.
Durante el periodo de inducción las Autoridades Educativas Locales realizarán evaluaciones y brindarán los apoyos pertinentes para fortalecer las capacidades de liderazgo y gestión escolar.”

La duración de un cargo de director o supervisor será de cuatro años, al cabo de los cuales deberá someterse a evaluación obligatoria. En caso de no aprobar la evaluación, deberá pasar por otra en doce meses, así como llevar a cabo los cursos de regularización que determine el Instituto. Una tercera calificación reprobatoria merecerá, como en el caso de los profesores en servicio, separación del cargo “sin responsabilidad para la autoridad.”

Adicionalmente, y de acuerdo con el Artículo 56: “Los cambios de Escuela que no cuenten con la autorización correspondiente serán causa de separación del servicio público sin responsabilidad para la Autoridad Educativa u Organismo Descentralizado, según se trate.
Al término de la vigencia de una licencia que trascienda el ciclo escolar, el personal podrá ser readscrito conforme a las necesidades del servicio”

Estructura ocupacional de las escuelas: delicias de la perversidad informática

La iniciativa plantea el establecimiento, autorizado por el INEE, de una estructura ocupacional de escuela. De acuerdo con el Artículo 59:
“En la estructura ocupacional de cada Escuela deberá precisarse el número y tipos de puestos de trabajo requeridos, atendiendo al número de aulas y espacios disponibles, al alumnado inscrito y al plan de estudios de que se trate.
Las estructuras ocupacionales deberán ser revisadas y, en su caso, ajustadas por lo menos una vez al año de conformidad con las reglas que determinen las Autoridades Educativas y los Organismos Descentralizados. ”

Esta estructura ocupacional, de la que deberán dar cuenta los gobernadores en un plazo máximo de 90 días después de aprobada la Ley, servirá para asegurarse de que se dispone de un control total del magisterio en todo el país. De acuerdo con el Artículo 64: “Quienes participen, autoricen o efectúen algún pago al personal de nuevo ingreso o que ha sido objeto de promoción o reconocimiento, tendrán la obligación de verificar, en cada caso, que dicho personal está en los registros oficiales que deberá emitir y actualizar la autoridad competente; de lo contrario, incurrirán en responsabilidad y serán acreedores a la sanción económica equivalente al monto del pago realizado indebidamente y a la separación del servicio público sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o para el Organismo Descentralizado, y sin necesidad de que exista resolución previa del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje o sus equivalentes en las entidades federativas.”

Sanciones independientes de las evaluaciones

Y de acuerdo con el Artículo 69: “El Personal Docente o con Funciones de Dirección o de Supervisión en la Educación Básica y Media Superior que no asista a sus labores por más de tres días consecutivos o discontinuos, en un periodo de treinta días naturales, sin causa justificada será separado del servicio público sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o para el Organismo Descentralizado, y sin necesidad de que exista resolución previa del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje o sus equivalentes en las entidades federativas.”

Y para quienes piensan que ninguna ley se aplica en perjuicio de persona alguna, este asunto se aclara en el Transitorio Octavo: “El personal que a la entrada en vigor de la presente Ley se encuentre en servicio y cuente con Nombramiento Definitivo, con funciones de docencia, de dirección o de supervisión en la Educación Básica o Media Superior impartida por el Estado y sus Organismos Descentralizados, se ajustará a los procedimientos evaluatorios y actividades de regularización a que se refiere el Título Segundo, Capítulo VII de esta Ley. El personal que no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación a que se refiere el Artículo 48 de la Ley, no será separado del servicio público y será readscrito para continuar en otras tareas dentro de dicho servicio, conforme a lo que determine la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado correspondiente, o bien, se le ofrecerá incorporarse a los programas de retiro que se autoricen.”
El personal que no se sujete a las evaluaciones o no se incorpore a los programas de regularización del artículo 48 de la Ley, será separado del servicio público sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado según corresponda.”

De acuerdo con esta iniciativa, los primeros concursos de ingreso que seguirán los procedimientos establecidos en esta iniciativa, de ser aprobada, se realizarán en julio de 2014, mientras que la Carrera Magisterial sólo se mantendrá hasta mayo de 2015.

Una iniciativa semejante que pasa por encima de la autoridad constitucional y de la Ley Federal del Trabajo; que desconoce los derechos laborales; a los docentes como sujetos; y que rechaza por completo la evaluación por pares, no puede sino anunciar, en la organización de trabajadores más grande del país una serie de estallidos de cólera y de resistencia justificada. Borrar la memoria de generaciones de docentes críticos, de seres humanos bajo cuyas espaldas recae la educación pública en México -sin reconocimiento ni cumplimiento de sus obligaciones por parte del Estado-, que han estado abandonados por años, hoy son amenazados por la furia empresarial desplegada a través de los medios de comunicación. El país no puede permanecer indiferente ante estas pretensiones salvajes.